Premio Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz en la FEN U. de Chile

El neoliberalismo y las múltiples dimensiones de su fracaso, su visión alternativa a este sistema económico llamada “capitalismo progresista” y su propuesta teórica del «desequilibrio», para una macroeconomía más cercana a la realidad económica de los últimos 20 años, fueron los principales temas abordados por el laureado economista estadounidense en su visita a la Universidad de Chile. El evento, organizado por la Facultad de Economía y Negocios, contó con la participación del decano José de Gregorio y del exministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán.

«La teoría económica que intenta emular la física del siglo XIX no es realmente adecuada para un mundo con constantes shocks, que son totalmente impredecibles y tienen consecuencias muy importantes», afirmó Joseph Stiglitz en su primera conferencia en la U. de Chile.En la primera conferencia, titulada “Entendiendo el desequilibrio macroeconómico”, también participaron el exministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, y el decano de la FEN, José de Gregorio.

El Premio Nobel de Economía, Joseph E. Stiglitz, visitó el país invitado por la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile para conversar con la comunidad académica, universitaria y la ciudadanía en general. Durante la tarde de este jueves 27 de octubre, el distinguido economista estadounidense dictó dos conferencias consecutivas: “Entendiendo el desequilibrio macroeconómico” y “El poder de la gente y ganancias: Reformando la economía global”. En la primera de estas actividades, además, participaron el exministro de Economía de Argentina, Martín Guzmán, y el decano de la FEN, José de Gregorio.

El profesor de la Universidad de Columbia es conocido por su trabajo pionero sobre la teoría de la información asimétrica y sus investigaciones centradas en la distribución del ingreso, el riesgo, el gobierno corporativo, las políticas públicas, la macroeconomía y la globalización. Crítico del modelo económico actual, propone lo que denomina como “capitalismo progresista”, concepto a través del cual busca reformar las reglas creadas por el neoliberalismo por un sistema económico y social que permita el crecimiento, pero con justicia social y una mejor calidad de vida para todos. Parte de sus teorías fueron abordadas incluidas en sus charlas de hoy.

En su primera conferencia, el académico planteó observó que “el mundo en que vivimos no es realmente un mundo de equilibrio. En los últimos 20 años hemos vivido muchos shocks, tuvimos el 9/11, la crisis financiera en 2008, luego tuvimos otro desastre, la elección del Presidente Trump. Y ese fue un cambio importante en la forma en que vemos la globalización. Veníamos trabajando por un mundo sin fronteras, y de repente empezaron a levantarse fronteras. Y luego, solo unos años después, tuvimos la Pandemia. Y en Chile, tuvieron algunos disturbios en 2019, y estos continúan. Y luego tuvimos la invasión rusa de Ucrania. Ninguna de esas cosas podría haber sido predicha, y cada una de esas cosas ha tenido importantes efectos macroeconómicos y los formuladores de políticas han tenido que lidiar con ellos”.

De esta forma, el profesor enumeró las falencias de aquellos modelos económicos estándar, basados en óptimos y equilibrios, y explicó su propuesta del desequilibrio, una visión que definió como más cercana a la realidad y que entrega mejores perspectivas para las políticas económicas de hoy. “En muchos sentidos, la teoría económica que intenta emular la física del siglo XIX no es realmente adecuada para un mundo con constantes shocks, que son totalmente impredecibles y tienen consecuencias muy importantes. Si empezáramos desde cero, la metáfora, el modelo en el que deberíamos pensar es más el de la biología evolutiva y no las teorías del equilibrio que dominaban en la física en el siglo XIX, que tuvo una enorme influencia en la evolución del pensamiento económico estándar”, dijo el profesor Stiglitz.

El Nobel anticipó un gran conjunto de problemas de deuda soberana en el Tercer Mundo, al carecer de buenos mecanismos para la reestructuración de la deuda. Respecto a la inflación, sostuvo que el mundo de hoy es muy diferente al que existía hace medio siglo, por lo que no es posible solucionar este problema usando las mismas estrategias antiguas que propone el modelo estándar. “La conclusión es que esta teoría del desequilibrio, creo, devuelve la macroeconomía a bases mejores y más relevantes. Sabemos que no sabemos, pero hay ciertas cosas comunes que sí sabemos, que en una recesión económica la política fiscal puede ser muy efectiva. Sabemos que los estabilizadores automáticos pueden ser muy efectivos. Entonces, lo que quiero enfatizar es que sabemos menos de lo que pretendemos saber con el modelo de equilibrio, pero no nos deja sin timón. Sabemos mucho. Y si nos enfocamos en lo que sabemos sobre la base de los modelos de desequilibrio, creo que podemos hacer un mejor trabajo en política, que pretender que sabemos más de lo que realmente sabemos”.

El funeral del neoliberalismo

En su segunda intervención, el académico estadounidense se enfocó en el modelo neoliberal y las “múltiples dimensiones de su fracaso”, así como en su visión alternativa a la que llama “capitalismo progresista”, que busca un equilibrio entre el mercado y el Estado, a través de una ecología de instituciones que se necesita fortalecer. “En América Latina, a menudo se hace referencia a la influencia de los Chicago Boys y, como saben, su presidente (Boric) en una de sus grandes declaraciones de campaña, que me encantó, fue que si Chile es el lugar donde nació el neoliberalismo, Chile sería el lugar donde sería enterrado. Entonces, una de las razones por las que estaba tan entusiasmado de venir a Chile es para ver el entierro y estar en el funeral. Pero, lamentablemente, hay un dicho que dice que tiene nueve vidas. El neoliberalismo debería haber muerto muchas veces antes, y parece muy difícil enterrarlo. Y eso parece ser cierto incluso en Chile”, afirmó el Nobel.

«La justicia social no estaba en la agenda, pero sí la eficiencia. Los vaticinios del neoliberalismo resultaron no ser ciertos», señaló sobre la implementación de este modelo en Chile. “El neoliberalismo fue una de las malas exportaciones de los Estados Unidos. Debemos disculparnos por la exportación de ideas de los Chicago Boys al resto del mundo. Y me disculpo por ellos. Pero finalmente en los Estados Unidos ya ha comenzado la discusión sobre cómo se verá el mundo después del fin del neoliberalismo. Se ha convertido en un gran tema de discusión e investigación”, agregó.

La promesa de un mayor crecimiento económico que beneficiara a todas las clases sociales, no fue real, aseguró. En esta línea, prosiguió, «si bien la mayoría de los estadounidenses no han visto ningún aumento en sus ingresos en mucho, mucho tiempo, a los que se encuentran en el 1% superior les ha ido muy bien. Así que cuando dices que Estados Unidos es un país muy próspero, es un poco discutible». Sobre este punto, destacó que el salario real de las personas de menores recursos en Estados Unidos son más bajos que hace 65 años. «En términos reales, no han recibido un aumento de sueldo en 65 años. Entonces, si alguien dice que la economía estadounidense funciona bien, funciona para la parte superior, pero no funciona para una gran parte de la población», sentenció.

Respecto al concepto de “capitalismo progresista”, explicó que uno de las propuestas que plantea es «que no solo se necesitan reglas y regulaciones, es importante tener un conjunto rico de lo que llamo una ecología de instituciones que necesitamos fortalecer, tener un equilibrio entre el mercado y el Estado», aunque enfatiza la necesidad de fortalecer el Estado en algunos países. En esta línea, ejemplifica con el caso de Estados Unidos, afirmando que «si no hubiéramos tenido el Estado para detener la caída de la economía, hubiéramos tenido una depresión peor que la Gran Depresión. Entonces, el COVID-19 muestra la importancia del Estado».

Otro aspecto que destacó es el rol de la prensa y su relación con el poder económico. «Una de las cosas realmente importantes en las que he llegado a centrar gran parte de mi pensamiento más recientemente es la importancia de la prensa en la configuración del discurso público. Y cuando tienes una prensa controlada por unas pocas personas ricas, como Murdoch controla Fox, eso ayuda a dar forma al discurso público y la comprensión pública. Por esta razón, deberíamos pensar mucho más en cómo creamos una prensa y pensamiento más independiente y diversificado, sobre cómo creamos mejores instituciones para verificar los hechos y verificar la verdad».

En 2011, Stiglitz fue nombrado por la revista Time como una de las 100 personas más influyentes del mundo. Es autor de numerosos libros y varios best-sellers. Sus títulos más recientes son? ‘Personas, poder y ganancias, reescribiendo las reglas de la economía europea’ y ‘La globalización y sus descontentos revisados’?.

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