Desde su escritorio en New York, Fernanda Medina Sáez, contadora auditora, egresada de la FEN cuenta sobre lo que ha sido su trayectoria laboral y el impacto de estudiar en la U. de Chile.
En mayo de este año, Fernanda Medina Sáez cumple dos años viviendo en New York, donde se desempeña como Finance Specialist en Itaú Corpbanca New York Branch, donde trabaja con un grupo de alrededor de cuarenta profesionales, entre latinos y estadounidenses. La profesional, egresada de la carrera de Contador Auditor de la Facultad de Economía y Negocios (FEN) de la Universidad de Chile, cuenta cómo ha sido su recorrido profesional y cómo estudiar en la FEN ha impactado en sus decisiones.
“Siento mucho orgullo de decir que soy de la FEN. Igual aquí somos hartos de la facultad. Soy la única auditora, control de gestión, que existe, los otros son todos comerciales, pero siempre yo creo que todos tenemos un orgullo de pertenecer a la FEN. Buscamos practicantes y siempre vamos a nuestra misma escuela, porque al final sabemos el aporte que trae, salir de ahí, un sello súper único”, dice Fernanda.
Actualmente en su trabajo en New York, se desempeña en el área de planificación y control de gestión, algo que reconoce, tiene que ver con su formación y el perfil del contador auditor de la FEN, el cual al ser tan “adaptable”, entrega muchas herramientas que le han permitido ejercer un rol más amplio. “Al trabajar en el departamento de finanzas, me ha tocado ver absolutamente de todo, aprender los procesos del inicio hasta el final, ahora también me ha tocado tener un rol más transversal. En los últimos seis meses, estoy cambiando un poco mi rol y estoy viendo cuestiones más transversales. Trabajar con los equipos de Chile, con los cuales también trabajé allá o trabajar con otro tipo de áreas y tener un rol como más estratégico, me ha hecho crecer mucho. Yo creo que no sería la misma si no me hubiese venido para acá. Ha sido un crecimiento exponencial”, comenta la profesional.
Respecto a su decisión de tomar el desafío de irse a Estados Unidos, Fernanda dice que fue fundamental la visión global que recibió en la FEN. “Yo soy ‘feniana’ de corazón. Creo que estudiar en la FEN, fue un paso demasiado importante en mi vida. Creo que la facultad en sí, la gente que conocí, los conocimientos que me aportaron, fueron fundamentales en mi crecimiento personal y profesional; tanto los profesores como los compañeros. Fui parte del centro de estudiantes, trabajé para la unidad de Responsabilidad Social Universitaria y fui ayudante. Todas esas cosas me fueron aportando un granito de arena para entrar al mundo laboral como una profesional más integral”, dice.
Asimismo, destaca el aporte y la inspiración que significó para ella, el cuerpo académico y sobre todo, las profesoras. “Yo encuentro que son un siete. Son académicos y personas excepcionales, que más allá de aportar conocimientos teóricos, siento que igual se involucran en tu desarrollo profesional (…). En mi caso, las profesoras mujeres, me sirvieron mucho como un rol a seguir en mi carrera profesional, como Adriana Cabello o Verónica Pizarro. Siento que eran personas que uno veía y te aportaban más como personas y te hacían pensar que tú podías lograr lo mismo si seguías tu carrera así”, recuerda Fernanda, quien cuenta que más adelante, junto con estudiar un MBA, le encantaría poder ser guía de otras profesionales, tal como lo fueron con ella, ese grupo de académicas de la FEN.